En un principio, en el diseño de la matriz de aprendizaje, sentí cierto miedo porque creía que no era aplicable al contenido que yo había elegido o a lo que yo tenía pensado hacer, algo más creativo que lo únicamente teórico: crear y representar un diálogo teatral.
Gracias al apoyo de mi tutora, comprendí que mis miedos habían sido infundados y que el paisaje de aprendizaje podía ir dirigido hacia donde yo quisiera, para poder guiar a mis alumnos a luchar con cualquier dragón.
Esto es posible porque con los paisajes de aprendizaje, podemos guiar a nuestros alumnos en la adquisición de habilidades cognitivas mediante el empleo de los diferentes niveles de la taxonomía de Bloom, de manera que evolucionen y aprendan a aprender. De igual manera, nos permite responder a la diversidad gracias al diseño de diferentes actividades, tanto obligatorias como voluntarias, para que ellos realicen con aquellas que se sientan más cómodos, permitiéndoles, a su vez, desarrollar sus inteligencias.
He de reconocer que se me ocurre únicamente un “pero”. De alguna manera, este tipo de paisajes de aprendizaje podría significar el fin del aprendizaje tradicional en un sentido peyorativo, puesto que podríamos hacer que nuestros alumnos hicieran todo a través de una plataforma y estaríamos poniéndoles todo muy fácil a la hora de hacerles creer que aprender es siempre un juego.
Creo honestamente en las ventajas de esta metodología para repasar contenido, para ayudarles a sentirse motivados, pero creo que el esfuerzo es parte importante del aprendizaje, saber escuchar al profesor, compartir opiniones con los compañeros… Todo ello se hace dentro de un aula gracias a la interacción de alumnos y profesores, y es algo que no conseguiremos si optamos porque todo lo resuelvan con una plataforma digital.
En ese momento, estaremos cambiando unos dragones por otros. Debemos convertirlos en guerreros con capacidad para adaptarse pues el futuro es cada vez más incierto y deben estar preparados para luchar, incluso, contra dragones que nosotros desconocemos.
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